En España, 170.000 personas trabajan en el sector agrícola como temporeros. De estos, la mayoría provienen del Este de Europa y de África, y sobreviven con salarios bajos, incumplimientos de cotización a la Seguridad Social y malas condiciones de alojamiento, además de condiciones físicas a menudo extremas. A todas estas irregularidades se suma la inestabilidad; hasta ahora, el primer sector parece haberse convertido en sinónimo de trabajo temporal y precariedad.
Como respuesta a ese modelo, en marzo de 2023 nace en Álava Lanagro. La empresa se crea con el objetivo de construir una alternativa a esta estructura disfuncional, creando modelos nuevos: de la temporalidad a la estabilidad, de la falta de formación a la profesionalización, de la exclusión a la inclusión social. Este cambio no se plantea únicamente como una mejora para los trabajadores y trabajadoras, sino que también se tiene en cuenta el interés de la industria agroalimentaria en valores de producción.
Luchar contra la inestabilidad laboral
Aunque la viticultura es el principal sector de trabajo de Lanagro, también se trabaja el cultivo de la pera, además de ofrecer servicios de jardinería y mantenimiento. Esta diversidad de servicios, sumada a las semanas de formación, permite a los trabajadores tener un volumen de trabajo durante todo el año, lo que se traduce en contratos permanentes. Esta es la forma en que el proyecto combate la inestabilidad; para algunos de sus empleados, se trata del primer contrato de su vida laboral.
Un mayor bienestar para un mejor rendimiento
Aunque el bienestar de los trabajadores es el principio que rige Lanagro, ofrecer una mirada hacia los productores agrícolas es imprescindible para su crecimiento, así como para la extensión de este modelo. Desde la perspectiva de la producción, uno de los principales obstáculos al que se enfrenta el sector es la falta de trabajadores/as, y las malas condiciones laborales son una de las causas más señaladas.
Por un lado, las buenas condiciones laborales y contar con profesionales formados y capacitados para utilizar mejores herramientas están acompañadas de un mejor rendimiento. Por otro lado, trabajar con las mismas personas permite desarrollar relaciones más estrechas, depositar una mayor confianza y realizar una mejor planificación.
El futuro de la agricultura
El recorrido de Lanagro es corto, pero prometedor: recientemente ha sido reconocido por la Diputación Foral de Álava con un premio de Innovación Social. Además, el proyecto ha inspirado otras iniciativas similares, acercándose así a su principal objetivo: demostrar que existen modelos de trabajo funcionales en el primer sector.
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