Goiener es una cooperativa sin ánimo de lucro dedicada a la generación y consumo de energía renovable, a través de la cual se pretende recuperar la soberanía energética. El proyecto se construye sobre un principio: que la energía es un bien básico casi equiparable a la comida o el agua y que, como tal, la ciudadanía debería tener su control. Para ello, comercializa entre su masa social energía eléctrica 100% renovable, pero también produce su propia energía verde. Además, trabaja en la promoción de la energía renovable asesorando y colaborando con otros proyectos y campañas.
El proyecto cuenta con una trayectoria de 12 años, tiempo en el que ha acumulado ya más de 17.000 personas socias.
Con tal de conocer mejor el proyecto y el sector en el que trabaja, hemos podido plantear algunas preguntas a la cooperativa.
¿A qué retos os enfrentáis actualmente?
Adaptarnos a la volatilidad del sector y ser competitiv@s es uno de nuestros grandes retos. Hacer frente a las campañas de “green washing” y “social washing” también va a requerir de toda nuestra atención. Evolucionar hacia un proyecto que de una solución integral a las necesidades energéticas de nuestras socias al mismo tiempo que impulsamos todavía más la participación dentro de la cooperativa es uno de los ejes principales de nuestra estrategia.
¿Qué os ha ayudado a crecer? ¿Con qué apoyos habéis contado hasta ahora?
Mantenernos fieles a nuestros valores, intentar hacer lo que decimos que vamos a hacer, tratar de dar un excelente servicio, ser humildes y creer en la colaboración como modelo de trabajo frente a la competición. Nuestras socias confían en el proyecto y han sido y son el mejor altavoz para atraer cada vez más gente.
Hemos contado con muchos apoyos. No vamos a mencionarlos todos porque seguro que nos dejamos algún nombre. Dentro de la economía social y solidaria, del mundo cooperativo, de movimientos sociales, instituciones locales y por supuesto, de Fiare.
¿Creéis que promover el consumo local se vuelve más difícil cuando se trata de consumo energético?
El auge del autoconsumo tanto individual como colectivo y de las comunidades energéticas ayuda a aprovechar mejor los recursos renovables locales para la generación de energía de manera local. Hay que tener en cuenta que, por eficiencia, siempre consumimos la energía que más cerca se produce, para evitar las pérdidas al máximo posible. Pero esto no quiere decir que esa energía de proximidad que se consume o genera sea sostenible, bien por su origen fósil o nuclear (por ejemplo) o bien por el tamaño y ubicación de las instalaciones. En este sector, el consumo local no siempre es sinónimo de sostenibilidad.
Tanto Goiener como Fiare comparten la figura del voluntario en la cooperativa; ¿cuál es la labor del voluntario en Goiener?¿Por qué creéis que hay tantas personas involucradas de este modo en el proyecto?
Goiener nació de las manos del voluntariado. Está en nuestro ADN; por eso una de las labores es la participación en los órganos de toma de decisiones. Además, tenemos grupos locales que se encargan de dar charlas y talleres y mantener contacto con organizaciones del entorno y grupos temáticos como ecofeminismo, acción social…
¿La cuestión de la inestabilidad del precio de la luz se ha reflejado en vuestro crecimiento?
En la actividad de comercialización sí que hemos notado el impacto. Aprovechando que la escalada de precios nos dejaba en posiciones muy delicadas a las pequeñas comercializadoras, las grandes eléctricas han lanzado ofertas contra las que es difícil competir. Esto pueden hacerlo gracias a su posición privilegiada en el mercado.
En otras áreas, como oficina técnica, la creación de comunidades energéticas o proyectos para hacer frente a la pobreza energética, hemos dado pasos importantes.
¿Cómo planteáis la transición a una energía renovable en el actual modelo económico?
Lo que planteamos directamente es que el modelo económico actual no es sostenible. Necesitamos plantearnos escenarios donde reduzcamos nuestros consumos tanto de manera individual como en la industria y el transporte.
A partir de aquí, apostamos por el modelo de comunidad energética que satisface las necesidades energéticas a nivel local mediante fuentes de origen renovable.
En cuanto a las instalaciones, la viabilidad debería tener en cuenta el aspecto económico, social y ambiental. Hay que tener en cuenta que la transición energética es tan sólo una de las transiciones que debemos hacer en un contexto de cambio climático y grave pérdida de biodiversidad.
Quizás también te interese
Mas de 30 años de inclusión laboral: Funcarma y su compromiso con las personas
16.12.2024
Romper el estigma de los trastornos mentales con la Fundación Argia
09.12.2024
L’Esberla: “Para nosotras cada día es 25 de noviembre”
26.11.2024
Walden XXI, la primera vivienda cooperativa sénior en Cataluña
25.11.2024
MADS: formar a las creadoras de mañana
18.11.2024
Aprovechar, alimentar y concienciar: una visita a la Fundació Espigoladors
09.10.2024