Un artículo de Rut López de Jóvenes x Fiare

El pasado mes, Jóvenes x Fiare asistió a la IV jornada organizada por la Universidad Rey Juan Carlos en Inversión Responsable y Economía Social. Primeramente, se dio paso a una serie de ponencias para tratar, de manera más teórica, esta temática. En segundo lugar, se propició una mesa redonda donde pudieron darse a conocer diferentes entidades de la economía social y finanzas éticas que forman la realidad de este modelo.

Aunque nos parezca extraño, todavía hay un porcentaje muy alto de universidades que no hablan de economía social en sus programas, donde no se cuenta que existen otro tipo de entidades cuyas prioridades no sean la maximización del beneficio.
A modo introductorio, nos planteamos las primeras preguntas de este encuentro:

¿Qué es la economía social y por qué es tan importante considerar la misma en este momento?
Actualmente, nos encontramos en un periodo donde vemos convivir el crecimiento y la sostenibilidad. Queremos un crecimiento sostenible e inclusivo, pero para ello es necesario considerar otros elementos en el centro de la actividad económica, elementos como la vida de las personas y del entorno que nos rodea.

Según nos comentaba Belén, docente de esta universidad, “es imprescindible para los jóvenes que se dé presencia a los modelos empresariales que ponen la vida en el centro, como hace el modelo de la economía social”. Es una realidad que, desde las generaciones jóvenes, estamos presenciando un montón de cambios y fenómenos para interiorizar a la vez. Sin embargo, la precarización de la sociedad y la crisis climática deben de considerarse temas tremendamente urgentes de gestionar.

A la hora de encontrar una definición sobre economía social, en este encuentro se habló de gobernanza y participación (principio 1 persona = 1 voto), de priorizar el fin social sobre la maximización del beneficio económico y de distribución equitativa de resultados. En este último aspecto, comentamos cómo la economía social supone un cambio de dirección hacia la pregunta “¿qué hacemos con el beneficio?”. Y es que la economía social apuesta por dirigir este beneficio hacia las personas y el mantenimiento de la sociedad.

Por último, en relación a estas cuestiones, también pusimos cifras encima de la mesa: más de 43.000 entidades forman parte de la economía social en España, aportando un 12% de empleo y un 10% del PIB. Esto lo tradujimos bajo el lema “no somos cuatro gatos”.

En esta jornada se quiso dar especial énfasis desde esta universidad a las finanzas. En especial, al papel que juegan las finanzas éticas con respecto a las finanzas tradicionales. Para ello, contamos con la aportación de Beatriz, presidenta de la entidad Economistas Sin Fronteras. Con su aportación dimos respuesta a cuestiones como:

¿Qué son las finanzas éticas y sostenibles? y ¿de dónde surge esta necesidad?
Tras la crisis financiera de 2008, las entidades de la economía social vieron muy clara la diferencia entre una entidad financiera capitalista y una de la economía social. Nos comentaba Beatriz: “por esto, con la que está cayendo recientemente, es tremendamente importante concienciarnos sobre este asunto. Estamos anestesiados, vemos normal que se rescate a entidades financieras y nos olvidamos de que debemos buscar alternativas financieras enfocadas a las finanzas éticas y sostenibles. Una prueba de ello fue la pandemia que, tras ella, se ha demostrado que la economía social es necesaria para poner el valor de la vida en el centro”.
A la hora de definir qué son las finanzas éticas, empezamos a entrar en un terreno difuso; ya que no es oro todo lo que reluce, ni sostenible todo lo que parece.

Cuando hablamos de que el sistema financiero es un conjunto de instituciones donde se canaliza el ahorro y la inversión, con objetivos como mejorar la eficiencia en la asignación de recursos o diversificar el riesgo, debemos comprender la importancia de la canalización de nuestros ahorros. Este concepto es fundamental, ya que mediante estos estaremos financiando un modelo económico u otro.
Las finanzas éticas y sostenibles buscan el crecimiento económico, sin olvidar el desarrollo humano. En este campo, podemos encontrar tres grandes categorías:

• La ISR (Inversión Socialmente Responsable), que son fondos de inversión que solo invierten bajo un criterio ideario ético
• Las microfinanzas, que intenta dar solución a la exclusión financiera en países en vías de desarrollo, pero también en países ricos.
• La Banca Ética, que son instituciones formales que recogen ahorro de particulares y empresas, y los canalizan con unos criterios éticos (transparencia, democracia, sostenibilidad, etc).

Por último, después de exponer de manera teórica todas estas cuestiones, se dio paso a la mesa redonda con entidades de la economía social y las finanzas éticas. Estas nos contaron la base de su actividad, así como en qué consiste formar parte de la realidad de la economía social.

Entre estas entidades se encontraba Fiare Banca Etica, representada en la mesa por Ignacio Aguado Cuervo, director de la oficina de Madrid. Ignacio nos contó cómo “la parte española de Fiare comenzó como una cooperativa de crédito sin ánimo de lucro. Nació desde la iniciativa social y la militancia sobre el uso de los ahorros en los bancos. Por ello, para el banco es vital la transparencia sobre las realidades financiadas con información en la web o el informe de evaluaciones de impacto”.

También se encontraba presente en la mesa la entidad Coop57, en este caso una cooperativa de crédito que nació del movimiento obrero de soberanía financiera. Más alejados de las finanzas, pero bien presentes en la economía social en Madrid, nos presentaron los casos de La Osa y La Corriente. El primero, un supermercado cooperativo y participativo cuyo objetivo es democratizar el sector de la alimentación y, la segunda, una cooperativa de consumo de energía eléctrica 100% renovable.

Con estas dos últimas entidades se comentó el concepto tan importante, que bien defiende Fiare en sus valores, de intercooperación: el trabajo en red con otras entidades de la economía social, y cómo estas ven una posibilidad de apoyo y hermanamiento con las entidades de banca ética para satisfacer sus necesidades de financiación y servicios financieros sin tener que poner en duda sus principios y valores.

Un modelo económico más humano y sostenible está en marcha y esta Jornada en la Universidad Rey Juan Carlos fue muestra clara de ello. Quedó claro que es posible y rentable llevar adelante empresas democráticas y respetuosas con el medio ambiente; que al igual que Fiare Banca Ética los bancos pueden ser herramientas para impulsar el desarrollo sostenible; y que las universidades tienen aún mucho margen de acción para dar a conocer estas iniciativas y generar conocimientos sobre ellas. Con trabajo y determinación, la economía social y las finanzas éticas conseguirán erigirse como el modelo económico que da respuesta a los problemas de la sociedad del siglo XXI.