Ya nadie puede fingir que no lo sabe: los bancos, y con ellos las sociedades de gestión del ahorro, las aseguradoras y todo el mundo financiero, tienen una gran responsabilidad en el cambio climático que está alterando la vida en el planeta. De hecho, junto a los gigantes del petróleo y el carbón y a las grandes industrias más contaminantes, siempre se encuentran las inversiones que los bancos realizan con el dinero de las personas ahorradoras.
Según un informe difundido estas semanas por las organizaciones de Stand.Earth (que opera en Canadá y los Estados Unidos) y por la californiana Amazon Watch, 19 bancos europeos han financiado operaciones petrolíferas masivas en la Amazonia, con consecuencias negativas obvias para el cambio climático, dañando a las comunidades indígenas y con repercusiones a nivel mundial, dado que la Amazonia es el pulmón verde del planeta.
Banktrack, una organización internacional que hace un seguimiento de los impactos sociales y ambientales de las decisiones de los bancos, explica: «Los bancos, como todas las empresas, producen gases de efecto invernadero directamente por su actividad. De todos modos, su contribución más importante a las emisiones de gases invernadero es indirecta, a través de la financiación de clientela y proyectos que generan emisiones. Además, los bancos continúan desempeñando un papel clave como principales financiadores de la industria del carbón, el petróleo y el gas, retrasando así la tan necesaria transición de una economía basada en combustibles fósiles a una basada en la eficiencia y las energías renovables. Para impedir que la crisis climática se siga desarrollando y poner fin a nuestra dependencia de los combustibles fósiles, los bancos deben dejar de financiar a la industria de los combustibles fósiles. ¡Pero esto no se está produciendo!
Según nuestro último informe «Banking on Climate Change» [La banca y el cambio climático], publicado en marzo de 2020, entre 2016 y 2019 tan solo 35 bancos internacionales del sector privado gestionaron la increíble cifra de 2,7 billones de dólares destinados a proyectos y empresas de combustibles fósiles a nivel mundial. Más de 975.000 millones de dólares de estas inversiones se destinaron a la expansión de la industria de los combustibles fósiles».
La campaña estadounidense «Stop The Money Pipeline», así como la voz de la indomable Jane Fonda , está llamando la atención de las y los inversores de EE.UU. (y de otros países) sobre el hecho de que «si cerramos el flujo del dinero, podemos cerrar el flujo del petróleo».
El movimiento de Fridays for Future, que el 25 de septiembre celebra en todo el mundo el día global de acciones por el clima – ha centrado las acciones en el papel que juegan los bancos y en el poder de las personas, que pueden elegir entre confiar sus ahorros a quienes siguen empeorando la amenaza climática o, por el contrario, dirigirse a quienes invierten en proyectos verdes y respetuosos con el medio ambiente (además de con los derechos humanos).
El poder de las finanzas éticas
El impulso de la opinión pública está induciendo a muchos bancos a publicitar algunos productos financieros «verdes», pero sin renunciar a ofrecer también productos que invierten en fuentes de energía fósiles y otras actividades contaminantes. Las finanzas éticas adoptan criterios más selectivos que las finanzas llamadas «sostenibles» o ASG a la hora de evaluar en qué invertir el ahorro de las personas y el dinero de las inversiones.
Desde hace más de 20 años, el grupo Banca Etica se dedica enteramente a las finanzas éticas poniendo la defensa del medio ambiente y de los derechos de las personas como primer criterio para seleccionar una inversión. Esta política radical que conjuga el rendimiento, la tutela de los ahorros y un impacto socioambiental positivo cada vez cuenta con el apoyo de más personas y empresas: a día de hoy, Banca Etica capta ahorros por un valor de 1.600 millones de euros y concede financiación a empresas sociales, asociaciones y hogares por más de 1.000 millones de euros. Etica Sgr, la sociedad de gestión del ahorro del grupo, gestiona cantidades que llegan a unos 5.000 millones de euros.
Quien elige los productos financieros del grupo Banca Etica busca la certeza de que su dinero se usará para financiar iniciativas que, en la medida de lo posible, no sean perjudiciales sino que favorezcan un crecimiento sostenible e inclusivo, aún más necesario después del golpe de la pandemia. Por eso trabajamos para rendir cuentas cada vez más precisas del impacto de nuestra actividad.
El impacto ambiental del Grupo Banca Etica
Banca Etica
- En 2019, Banca Etica financió con 13,5 m. de euros a 25 organizaciones que, con sus proyectos en el campo de las renovables y con intervenciones de mejora de la eficiencia energética, han permitido evitar la emisión a la atmósfera de casi 5.000 toneladas de CO2
- Otros 7,6 millones de euros se destinaron a proyectos que han permitido reciclar casi 204.000 toneladas de desechos
- Además se destinaron 3 millones de euros a proyectos de agricultura ecológica que suman casi 5.000 hectáreas de cultivo ecológico (equivalentes a 7.000 campos de fútbol).
Todos los detalles están disponibles en el Informe de Impacto de Banca Etica.
Para el futuro inmediato, Banca Etica está planificando un refuerzo de su compromiso con la lucha contra el cambio climático, con nuevos productos y servicios financieros dedicados a financiar empresas y personas implicadas en la reducción de las emisiones.
Etica Sgr
Quien desee gestionar sus ahorros de forma ética, también puede encontrar una respuesta en los fondos comunes de inversión de Etica Sgr, que ofrecen una rigurosa metodología de selección de las entidades emisoras e integran el análisis ASG (ambiental, social y de gobernanza), además del análisis financiero.
Etica Sgr también trabaja para calcular y rendir cuentas del impacto ambiental, social y de gobernanza de los fondos, lo que va parejo al objetivo de obtener potenciales rendimientos financieros positivos. Por ejemplo, en una comparativa con el mercado de referencia (índice MSCI World en euros) de los resultados ambientales de 2019 destaca que las carteras de los fondos de Etica Sgr muestran:
- un 69% más de sociedades que han definido objetivos de reducción de las emisiones,
- un 34% más de sociedades que se han comprometido públicamente a reducir el consumo de agua y a aumentar la eficiencia hídrica.
- un 25% más de sociedades que desarrollan iniciativas para reducir los residuos generados.
Todos los detalles están disponibles en el Informe de Impacto.
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