Promover la paz, luchar contra el cambio climático, combatir las desigualdades mediante el apoyo a la economía social: estos son los grandes retos a los que se enfrenta Europa en este momento histórico que puede representar un parteaguas fundamental para el futuro del planeta.
Las finanzas éticas nacen como motor de cambio con el objetivo de contribuir a la construcción de una sociedad más justa y a la protección del medio ambiente.
Por este motivo, el Grupo Banca Etica, miembro fundador de la Federación Europea de Bancos Éticos y Alternativos FEBEA, con vistas a las elecciones europeas de los días 8 y 9 de junio, propone a todos los candidatos al Parlamento Europeo un debate sobre medidas legislativas que -afectando al sistema financiero- puedan favorecer la paz, la protección del medio ambiente y el crecimiento de la economía social.
He aquí los puntos de nuestra propuesta:
Financiar la paz
En los últimos años, el gasto en armamento ha alcanzado un récord histórico: se han gastado más de dos billones de dólares en defensa en todo el mundo. Se trata de una carrera armamentística que no sólo compromete el gasto público, sino que proporciona beneficios estratosféricos a los fabricantes de armas, los bancos y las sociedades de inversión que los apoyan.
No a las armas en el marco de las finanzas sostenibles: exigimos que las inversiones armamentísticas queden excluidas de cualquier definición de finanzas sostenibles, en contra de las recientes declaraciones de los ministros de Defensa de la UE.
Transparencia en el comercio de armas: mientras Italia desmantela la ley 185/90 que regula las exportaciones italianas de armas a todo el mundo y la transparencia bancaria en el sector, pedimos que se obligue a todos los bancos europeos a hacer públicas sus transacciones con la industria armamentística, permitiendo a los ciudadanos y a las instituciones controlar el uso de sus ahorros.
Lucha contra los paraísos fiscales: aplicación de medidas concretas para limitar las transacciones financieras vinculadas al comercio de armas que se esconden tras el anonimato de los paraísos fiscales. Cada euro detraído de las arcas públicas para financiar la guerra es un recurso negado al bienestar, la educación y la sanidad.
Financiación para el medio ambiente
Lamentablemente, los esfuerzos de la Unión Europea en materia de transición ecológica y lucha contra el cambio climático se han diluido. Numerosos estudios también han puesto de manifiesto el desenfrenado greenwashing de las instituciones financieras que hablan de sostenibilidad, pero siguen financiando masivamente los combustibles fósiles: los 60 mayores grupos bancarios -a menudo los mismos que están en primera fila glorificando su propia «sostenibilidad»- han proporcionado cinco billones de dólares a la industria de los combustibles fósiles en los últimos siete años.
Nuestras propuestas para invertir el rumbo
Obligatoriedad de informar sobre los impactos negativos: todos los productos financieros, no sólo los etiquetados como «sostenibles», deben destacar claramente sus daños potenciales sobre el medio ambiente y la sociedad. La transparencia es el primer paso hacia un cambio consciente.
Criterios vinculantes para el «cero neto»: creemos que es necesario acabar con las declaraciones de intenciones vagas y engañosas. Necesitamos un marco regulador europeo estricto que defina normas claras y verificables para quienes aspiran a cero emisiones netas, contrarrestando el fenómeno rampante del greenwashing.
Financiación para la economía social y la lucha contra la desigualdad
Las instituciones europeas dicen querer apoyar la economía social en el continente y el acceso al crédito sería una palanca clave para el crecimiento y la consolidación de las empresas que operan en este sector. Pero las normas actuales favorecen en realidad a las grandes empresas y multinacionales.
Hoy sería necesario dejar de penalizar a los bancos que buscan apoyar realidades que promueven la inclusión social.
Por ello, el Grupo Banca Etica propone modificar los requisitos de absorción de capital: muchas empresas sociales se consideran de alto riesgo y, por tanto, están sujetas a una absorción de capital del 100%. Sin embargo, la economía social ha demostrado ser más sólida y resistente que otros sectores. No hay ninguna razón técnica válida para penalizarla con tales normas. La introducción de un «factor de apoyo social» que reduzca la absorción de capital para las realidades de la economía social sería un factor clave para apoyarlas.
Además, en los últimos años las instituciones europeas han presionado a los bancos para que reduzcan los préstamos morosos (los famosos NPL). Es un objetivo justo, pero las medidas adoptadas corren el riesgo de golpear duramente a quienes ya tienen dificultades para obtener créditos y servicios financieros. Es necesario legislar para proteger, pidiendo claridad y prudencia, pero también dando un respiro a quienes se encuentran temporalmente en apuros financieros. Es esencial garantizar que los bancos apoyen la economía social y sus realidades.
Esperamos que nuestra invitación a la confrontación sea aceptada y que nuestras propuestas puedan contribuir a construir una Europa más justa, sostenible y pacífica.
Imagen de Christian Lue en Unsplash.
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