Octubre es el mes de la educación financiera. Una iniciativa que seguramente será bienvenida, como señalan varios estudios sobre la falta de la misma. Desgraciadamente, los recientes escándalos bancarios han revelado que personas con ahorros pequeños y sin conocimientos financieros compran productos extremadamente arriesgados sin comprender sus implicaciones.

Entonces, ¿el problema consiste únicamente en que las personas con ahorros deben informarse mejor? Seguramente no. Es cierto que, en muchos de esos casos, la clientela se sentía atraída por los altos rendimientos que se prometían y se lanzaba pensando en las ganancias fáciles. El primer aspecto de la educación radica, por lo tanto, en concienciar de que las finanzas no pueden ser un juego en el que todos/as ganan. El riesgo y el rendimiento son dos caras de la misma moneda: si busco un rendimiento alto, el riesgo será igualmente elevado.

Pero no podemos pensar en imputar la responsabilidad a las personas con pequeños ahorros. Las encuestas han sacado a la luz muchos casos, demasiados, de comportamientos censurables, si no abiertamente fraudulentos, por parte de los bancos e intermediarios que vendían productos extremadamente complejos y arriesgados, escondiéndose detrás de cuestiones técnicas y aprovechándose de la confianza de la clientela.

Hagamos una analogía: cuando conducimos un coche, estamos obligados/as a conocer el código de circulación, pero no se pretende que todos/as seamos mecánicos expertos ni pilotos de Fórmula Uno. Hay reglas, al igual que se imponen normas de seguridad a las constructoras. Este discurso es válido con mayor razón en el mundo financiero, que se caracteriza por la complejidad de muchos productos y, sobre todo, por una asimetría informativa entre quien propone una inversión determinada y quien la debe adquirir.

Por eso, en Banca Etica hablamos desde siempre de una educación financiera crítica. Simplificando: el objetivo no es permitir que todo el mundo invierta en cualquier cosa, sino más bien explicar por qué sería mejor a la larga alejarse de determinados productos e inversiones. Queremos aumentar el conocimiento de los mecanismos de las finanzas y su impacto, no solo entre las personas individuales con ahorros. Ayudamos a las personas a reflexionar sobre el impacto que tendrá sobre el medio ambiente y la sociedad en la que vivimos el dinero que depositamos en el banco o que confiamos a un gestor financiero. Un alto rendimiento implica un riesgo alto, pero también podría implicar que mi dinero se invierte en actividades contaminantes, en empresas que violan los derechos humanos, en paraísos fiscales, etc.

Pocas personas prestarían su dinero a un conocido que lo quisiera para jugárselo en las carreras de caballos prometiendo devolverlo sólo si gana, o para invertirlo en tráfico de armas. Pero cuando abrimos una cuenta o compramos participaciones en un fondo de pensiones o de inversión es como si ese dinero ya no fuera nuestro y no tuviéramos nada que ver con cómo se utiliza. Y no es así. Tenemos el derecho y, en muchos aspectos, el deber de decidir qué finalidad tiene.

La educación crítica, por lo tanto, es necesaria para explicar que el dinero no es neutro, sino que, una vez introducido en los circuitos financieros, puede alimentar una economía injusta e insostenible o, por el contrario, promover modelos alternativos y beneficiosos.

Sin embargo, la educación financiera crítica es solo una parte de la cuestión: en nuestra visión debe ir acompañada de una regulación clara del sistema financiero que bloquee las operaciones e instrumentos arriesgados y especulativos o que, por lo menos, evite que los mismos puedan acabar en manos inexpertas. Urge un cambio de comportamiento en un sistema bancario y financiero que ha cerrado los ojos con demasiada frecuencia en nombre de los beneficios a corto plazo o que incluso ha promovido activamente la venta de dichos productos a personas con ahorros pequeños.

Una educación financiera crítica significa antes que nada comprender que los bancos y los operadores financieros no son todos iguales. Hay quien hace de la transparencia, la participación y la evaluación del impacto de sus créditos y financiaciones el núcleo de su actividad. Y, lógicamente, esta es una de las mejores garantías, tanto para la clientela y las personas ahorradoras como para el planeta y la sociedad en su conjunto.

Nuestras iniciativas de educación financiera 

Nuevo portal RedEFES

La Fundación Finanzas Éticas es una de las promotoras del nuevo portal que se presenta hoy de la RedEFES, red por la educación en las finanzas éticas y solidarias. La web tiene como objetivo ser un espacio de encuentro entre profesorado y entidades de finanzas éticas y de la educación transformadora para facilitar recursos pedagógicos y metodológicos que incorporen el análisis de los impactos sociales, económicos y ambientales del sistema financiero y que faciliten el impulso de las finanzas éticas como herramienta de transformación social.

Curso de Finanzas Éticas en la Universidad de BCN

La Universidad de Barcelona y la Fundación Finanzas Éticas han puesto  en marcha  durante este año el primer curso sobre finanzas éticas dirigido a la comunidad universitaria en Cataluña. 

El curso representa un paso más de la Universidad de Barcelona en el camino de incorporar las materias relacionadas con la economía social y solidaria y las finanzas éticas en las aulas. Y se suma a otras iniciativas promovidas desde la Universidad catalana como lo Fórum de Economía Social y el curso de fomento del cooperativismo de Aracoop.

Curso online de finanzas éticas para personas socias del banco

En las próximas semanas se pondrá en marcha el nuevo curso online de finanzas éticas dirigido a todos los socios y socias del banco. Tras una demanda desde hace años de las personas socias de Fiare Banca Etica se está creando una formación específica sobre Finanzas Éticas y eonomía crítica.

Escuela de Jóvenes Líderes Iberoamericanos

A finales de la próxima semana tendrá lugar la Escuela de Jóvenes Líderes con la que hemos colaborado como banco y donde participarán 15 jóvenes enviados desde nuestros GITs. Entre las líneas de trabajo que se llevarán a cabo durante las jornadas se encuentran las “Finanzas éticas” donde se expondrá toda la construcción social de base que permite articular entidades de finanzas éticas con base cooperativa, y en segundo lugar la importancia de la evaluación de impacto de los proyectos financiados, con nuevas metodologías e indicadores de impacto.

Escuela de activismo económico

Fiare Banca Etica trabaja conjuntamente con Ecooo, en la creación de una escuela de activismo económico. Es un proyecto piloto que trata de acercar a los jóvenes universitarios a la Economía social y solidaria. El programa se plantea bajo el paraguas de tres principios formativos: learning by doing – aprender haciendo – y whole person learning – aprendizaje personal integral – y theory of change – teoría del cambio – donde se invitará a las personas participantes a conseguir dos fines: a llevar a cabo acciones concretas comprometiendo su tiempo y a cuestionar sus propios patrones económicos, comportamentales y ecológicos.

Fotografía deTim Mossholder @timmossholder en Unsplash