Ángel es un hombre con discapacidad intelectual que trabaja en Funcarma, Centro Especial de Empleo de la Fundación Raíles. También es usuario de varios servicios de la Fundación y hoy le preguntamos sobre su trabajo, su vida y su tiempo libre.

¿Podrías presentarte y contarnos algo de ti?

Soy Ángel Recio, vivo aquí, en las viviendas de la Fundación Raíles. Tengo 31 años, me gusta bailar, cantar, estar con los amigos… Soy simpático, buena persona y ayudo a quienes necesitan cualquier cosa.

¿Vas a clases o te gusta algún baile en particular?

Bailaba zumba en un sitio aquí en Vallecas. Así estuve un tiempo y luego tuve que dejarlo por los horarios de trabajo. Y sí que es verdad que me gusta bailar, cantar y disfrutar. Estoy más alegre y más activo con la música, me encanta.

Sé que hace poco te apuntaste al grupo de voluntariado de Fundación Railes ¿En qué tipo de cosas ayudas?

Pues ayudo en los problemas de los demás. Sabes que si tienes un problema pues cuenta conmigo que te puedo ayudar. Y si necesitas algún favor, si puedo, te lo hago.

¿Cuándo conociste la Fundación Raíles? 

La conocí a través de un programa que se llama Junco (Programa financiado por la Comunidad de Madrid para jóvenes de entre 16 y 18 años que se encuentran en centros de protección de menores y que necesitan desarrollar un proceso de inserción laboral). Gracias a eso me ayudaron y en el año 2010 me llamaron para trabajar. Primero estuve de cuidador y de limpieza y luego me cambiaron a manipulados. Luego, poco a poco pues conocí a la gente de la Fundación y a mis compañeros. Está bien, muy bien y estoy muy contento.

¿Cuáles son tus funciones y tu trabajo en Funcarma?

Pues yo trabajo en manipulado, soy operario de manipulación cosmética o farmacia. Hacemos transpales, ponemos fajas, plastificamos, guardamos cajas, contamos sobres también, retractilamos y más cosas.

¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de tu trabajo?

Bueno, el tema de la calidad. No es un trabajo que me gustara al principio, pero acabó gustándome. Tenemos que revisar que todos los plásticos estén bien, que no haya agujeros ni nada, que no haya ninguna rotura, nada raro. Y la parte que más me gusta del trabajo es porta lentes o guardar botes. 

¿Cómo es la experiencia viviendo en un piso de la fundación?

Pues muy bien, es muy grande y está situado en Vallecas. Somos un equipo tanto usuarios como de profesionales muy majos y la verdad que está bien.

¿Cómo surge lo de que te vengas a vivir aquí?

Bueno, debido a que  he tenido bastantes problemas en la vida me ayudaron desde la Fundación. Antiguamente vivía en habitaciones. Mi madre no podía atenderme, mi padre murió en 2010 y mi hermano está en una familia de acogida. Entonces yo pues estaba buscando alojamiento y me ayudó mi jefe en ese momento del Centro Especial de Empleo. Me dijo que había un piso tutelado y que me ayudaría para que no pagase nada… porque en aquel momento yo me gastaba siempre todo el dinero y mis ahorros. Y la verdad que ahora bien y estoy muy contento, la verdad.

¿Qué es lo que más te gusta de vivir aquí?

Pues convivir con los compañeros, estar bien, reírnos, hablar, preparar la cena, ayudarnos los unos a los otros, salir de vez en cuando y el ocio también.

¿En qué actividades participas del programa Ocio Compartido?

Pues un poco de todo, no sé. Somos un grupo majo la verdad, entre 30 y 40 años, jóvenes más o menos. Y los planes pues, organizan los monitores y la coordinadora. 

¿Cómo ha cambiado tu vida desde que estás en la Fundación?

Pues han cambiado muchas cosas. He pasado mucho en la vida y siento que en la actualidad estoy más arropado gracias a la Fundación. Estoy súper contento por los monitores que me ayudan a controlar el dinero, con los compañeros me llevo muy bien en el trabajo…  Por todo ello me siento afortunado.