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Etica e cooperativa

«Sin una visión a medio plazo, las finanzas seguirán repitiendo los mismos errores»

Ahora parece obvio afirmar que vivimos en una época de crisis. Tras la pandemia y la crisis sanitaria han estallado la crisis geopolítica y la de los precios, haciendo aún más profundas las desigualdades (y las tensiones) sociales. Además, las terribles noticias que llegan de Oriente Medio abren perspectivas aún más preocupantes. Si bien nuestro modelo de desarrollo ha mostrado hasta ahora todas sus debilidades,  ¿cuáles son las propuestas concretas de las finanzas éticas? Hablamos de ello con Anna Fasano, presidenta de Banca Etica.

Estamos en un momento de gran tensión debido a los diversos conflictos que se desarrollan en el mundo.

¿Cómo encajan las finanzas éticas en este escenario y cómo pueden promover la paz?


Teniendo en cuenta que detrás de cada guerra, en su inicio y en su propagación, siempre hay grandes intereses y entidades económicas y bancarias orientadas al beneficio a toda costa, por un lado, señalar el trabajo que siempre hemos hecho como Grupo Banca Etica, de no financiar ni invertir en las realidades que forman parte de la cadena de suministro de armamentos. Por otro lado, y este es otro tema importante a tener en cuenta, fortalecemos los lugares que construyen la justicia económica. La opresión y el conflicto surgen también de la gestión del poder económico subyacente.

Por eso creo determinante nuestra opción, que es la acción transformadora, es decir, el apoyo continuo y tenaz a un diálogo para iniciar caminos virtuosos de transformación también con aquellos actores bancarios, financieros y económicos que, a veces sin elegirlo directamente, se han encontrado en cartera empresas que operan en sectores controvertidos. Este es el reto: intentar desarmar la economía. Esto significa no sólo no invertir en las empresas que producen armas, sino también en toda la cadena de suministro que las acompaña, es decir, en todos aquellos sujetos que se ocupan de la logística, fabrican los componentes individuales de un sistema de armamento, etc. La reciente ley sobre bombas de racimo va en esta dirección, porque prohíbe financiar toda la cadena de suministro.

¿Cómo difundir los principios y buenas prácticas de las finanzas éticas, cómo hacerlas llegar a los territorios?

Este es el reto de la acción transformadora. Las finanzas éticas son unas finanzas de todos y para todos, pero el valor popular es probablemente el elemento más difícil de comunicar. Por parte de los individuos y las organizaciones sigue existiendo cierta fatiga a la hora de abordar las finanzas como una palanca a través de la cual generar y liderar el cambio. Pero así es exactamente como puede hacerse. En el pasado hemos cedido el papel político a las finanzas: si no lo recuperamos, estaremos sujetos a lo que ocurra.

¿Cómo conseguirlo?

Ante todo con la educación financiera, aspecto que se ha reforzado en Italia, a instancia del Banco de Italia, con su inclusión -por fin- en los programas escolares. Sin embargo, es necesaria una educación financiera crítica: es importante saber leer una cuenta corriente, pero es aún más importante comprender el papel que desempeñan las finanzas en nuestras vidas. Tenemos que mirar a los jóvenes, que son los únicos que pueden cambiar el modelo. Las universidades tienen, por tanto, una gran responsabilidad pero, hasta la fecha, tienen dificultades para traspasar a los jóvenes la responsabilidad misma de crear nuevas teorías financieras. Sin embargo, hay economistas -incluidos algunos premios Nobel- que han propuesto modelos alternativos.

La otra forma eficaz es a través de la acción directa, la presencia en lugares de cambio: comunidades energéticas solidarias, movimientos de Workers BuyOut o empresas recuperadas por sus trabajadores, espacios de innovación social. De este modo, además de difundir un mensaje, mostramos que existen diferentes formas de hacer finanzas. Y que funcionan.

Banca Etica es una realidad cooperativa, por tanto asociativa y plural.

¿Cómo se manifiesta esta dimensión dialogante y participativa? 

Para Banca Etica, la participación es ciertamente una de las palancas y modos de relación, pero el verdadero elemento distintivo y transformador es la mutualidad. Citando lo que para nosotros es más que un eslogan: el interés superior es el de todos. Por tanto, uno encuentra en la cooperativa las respuestas a sus propias necesidades, pero sus propias necesidades se encuentran al mismo tiempo en un nivel superior porque deben formar parte de la creación del bienestar de la comunidad. Esta es el alma identitaria que pertenece a la organización y a las elecciones de las personas, y que se traduce en herramientas para alcanzar la plenitud del proyecto.

¿Todo esto es fácil?

Por supuesto que no. Toda organización está formada por personas: compartir responsabilidades con cada persona, y con representaciones de personas es la complejidad inherente a la propia cooperación. Porque las personas cambian, los contextos cambian. La capacidad de permanecer en el presente y en la visión del futuro es un lugar vivo y dinámico, formado por articulaciones en evolución que se enfrentan al diálogo y al crecimiento de la responsabilidad de cada actor involucrado.

Nosotros hablamos de la gobernanza cooperativa como una gobernanza extendida. Presido un consejo de administración, tengo toda la responsabilidad, pero la comparto con los demás portadores de valor que forman parte de él. No siempre es fácil, pero es nuestra savia. Y en tiempos tan problemáticos y volátiles, para no convertirnos en esclavos de la tecnocracia, debemos mantener la tendencia a la mejora, y una función tanto directiva como emprendedora.

En resumen, necesitamos diálogo, confrontación, procesos transparentes y la capacidad de implicar a los actores sobre el terreno.

¿En qué punto se encuentra hoy la atención y la preparación de la política y las instituciones, en Europa, hacia las finanzas éticas?

Continuamos este diálogo y lo abriremos también en vísperas de las elecciones europeas, haciendo algunas propuestas a los candidatos junto con los demás bancos éticos de Europa. El diálogo que tuvo lugar sobre el tema de la taxonomía verde nos ha hecho darnos cuenta de que es importante crear vínculos a nivel europeo, porque es a nivel europeo donde se toman las decisiones sobre cuestiones financieras. Paralelamente, también estamos dialogando con las instituciones italianas.

En este momento concreto, en el que confluyen varias crisis, el riesgo es buscar soluciones inmediatas y no actuar con perspectiva. La financiación privada tiene el poder de mover activos muy rápidamente y en grandes volúmenes, más que cualquier plan nacional de recuperación y resiliencia. Sin embargo, estas decisiones deben tomarse con una visión a medio plazo, mientras que veo -incluso en las instituciones- cierta dificultad en tener una visión a cinco años vista como mínimo. Sin embargo, si no lo hacemos, seguiremos yendo de crisis en crisis, repitiendo los mismos errores de los que hemos sido testigos desde 2008. Es triste que se haya aprendido tan poco de la experiencia, y que algunos sigan queriendo confiar el futuro del sistema bancario a grandes instituciones sin visión, que solo persiguen la rentabilidad inmediata para el accionista.

¿Por qué es tan difícil lograr una auténtica igualdad de género en este ámbito? ¿Y por qué merece la pena trabajar para avanzar en esta dirección?

Las finanzas -entendidas como poder- son tabú para el género femenino, pero el papel de las finanzas «en femenino» es también intentar tener un enfoque diferente, una visión integrada con la que las finanzas éticas encajan perfectamente. Dialogando con empresarias y banqueras, sin embargo, veo cierta dificultad para ser conscientes de este papel a desempeñar hacia una nueva forma de hacer finanzas.

Pesa, además, que, por ejemplo, en Italia, las mujeres obtienen una puntuación inferior a la media en términos de educación financiera, a pesar de que la mayoría de las personas licenciadas en economía son mujeres. Pero para transformar el modelo cultural se necesitan figuras femeninas en los altos cargos, y no de forma residual como ahora, que las pocas mujeres presentes en los lugares de las finanzas a menudo acaban absorbiendo modelos masculinos. La cuestión es el enfoque femenino y el enfoque feminista, es decir, la capacidad de leer de otra manera el papel de las finanzas en la actualidad.

Y a quienes, incluidas las mujeres, afirman que las finanzas no son necesarias para la vida cotidiana, debemos recordarles que la violencia económica contra las mujeres existe, que hay mujeres que dependen primero de la cuenta bancaria de su padre y luego de la de su marido. La violencia económica no es técnicamente un delito -por eso es difícil de detectar-, pero priva a las personas de autonomía. Necesitamos que los jóvenes quieran dedicarse a las finanzas, y también necesitamos políticas de igualdad de oportunidades, es decir, que las mujeres sean libres de seguir su propia naturaleza y ejercer roles adecuados a sus aptitudes.

*Artículo publicado originalmente en www.valori.it

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Sense una visió a mitjà termini, les finances continuaran repetint els mateixos errors

Ara sembla evident afirmar que vivim en una època de crisi. Després de la pandèmia i la crisi sanitària ha esclatat la crisi geopolítica i la dels preus, fent encara més profundes les desigualtats (i les tensions) socials. A més, les terribles notícies que arriben de l’Orient Mitjà obren perspectives encara més preocupants. Si bé el nostre model de desenvolupament ha mostrat dins ara totes les seves debilitats, quines són les propostes concretes de les finances ètiques? Parlem del tema amb Anna Fasano, presidenta de Banca Etica.

Som en un moment de gran tensió a causa dels diversos conflictes que tenen lloc arreu del món.

Com encaixen les finances ètiques en aquest escenari i com poden promoure la pau?

Tenint en compte que darrere de cada guerra, al seu inici i al llarg de la seva propagació, sempre hi ha grans interessos i entitats econòmiques i bancàries orientades al benefici costi el que costi, per una banda, assenyalar el treball que sempre hem fet com a Grup Banca Etica, de no finançar ni invertir en les realitats que formen part de la cadena de subministrament d’armaments. D’altra banda, i aquest és un altre tema important a tenir en compte, enfortim els espais que constitueixen la justícia econòmica. L’opressió i el conflicte sorgeixen també de la gestió del poder econòmic subjacent.

Per això penso que la nostra opció és determinant, que és l’acció transformadora, és a dir, el suport continu i tenaç a un diàleg per a iniciar camins virtuosos i de transformació també amb aquells sectors bancaris, financers i econòmics que, de vegades sense escollir-ho directament, s’han trobat en cartera empreses que operen en sectors controvertits. Aquest és el repte: intentar desarmar l’economia. Això significa no només deixar d’invertir en les empreses que produeixen armes, sino també en tota la cadena de subministrament que les acompanya, és a dir, en tots aquells subjectes que s’ocupen de la logística, fabriquen els components individuals d’un sistema d’armament, etc. La recent llei sobre bombes de raïm va en aquesta direcció, perquè prohibeix finançar tota la cadena de subministrament.

Com difondre els principis i bones pràctiques de les finances ètiques, com fer-les arribar als territoris?
Aquest és el repte de l’acció transformadora. Les finances ètiques són unes finances de tots i per a tots, però el valor popular és probablement l’element més difícil de comunicar. Per part dels individus i les organitzacions continua existint certa fatiga a l’hora d’abordar les finances com una palanca a través de la qual generar i liderar el canvi. Però així és exactament com es pot fer. En el passat hem cedit el paper polític de les finances: si no el recuperem, estem subjectes al que succeeixi.

Com aconseguir-ho?

Davant de tot està l’educació financera, aspecte que s’ha reforçat a Itàlia, a instància del Banc d’Itàlia, amb la seva inclusió – finalment – en els programes escolars. Tanmateix, és necessari una educació financera crítica: és important saber llegir un compte corrent, però és encara més important comprendre el paper que exerceixen les finances a les nostres vides. Hem de mirar als joves, que són els únics que poden canviar el model. Les universitats tenen, per tant, una gran responsabilitat, però, fins ara, tenen dificultats per traspassar als joves la responsabilitat mateixa de crear noves teories financeres. Així i tot, hi ha economistes – inclosos alguns premis Nobel – que han proposat models alternatius.

L’altra forma eficaç és a través de l’acció directa, la presència a espais de canvi: comunitats energètiques solidàries, moviments de Workers BuyOut o empreses recuperades pels seus treballadors, espais d’innovació social. D’aquesta manera, a més de difondre un missatge, mostrarem que existeixen diferents formes de fer finances. I que funcionen.

Banca Etica és una realitat cooperativa, per tant, associativa i plural. Com es manifesta aquesta dimensió dialogant i participativa?

Per a Banca Etica, la participació és certament una de les palanques i maneres de relació, però el vertader element distintiu i transformador és la mutualitat. Citant el que per a nosaltres és més que un eslògan: l’interès més alt és l’interès col·lectiu. Per tant, un troba en la cooperativa les respostes per a les seves necessitats, però les seves pròpies necessitats es troben al mateix temps en un nivell superior perquè han de formar part de la creació del benestar de la comunitat. Aquesta és l’ànima identitària que pertany a l’organització i a les eleccions de les persones, i que es tradueix en eines per assolir la plenitud del projecte.

Tot això és fàcil?

Per descomptat que no. Tota organització està formada per persones: compartir responsabilitats amb cada persona, i amb representacions de persones, és la complexitat inherent a la mateixa cooperació. Perquè les persones canvien, els contexts canvien. La capacitat de romandre en el present i en la visió del futur és un espai viu i dinàmic, format per articulacions en evolució que s’enfronten al diàleg i al creixement de la responsabilitat de cada actor involucrat.

Nosaltres parlem de la governança cooperativa com una governança expandida. Presideixo un consell d’administració, tinc tota la responsabilitat, però la comparteixo amb la resta de portadors de valor que formen part d’ell. No sempre és fàcil, però és la nostra sàlvia. I en temps tan problemàtics i volàtils, per a no convertir-nos en esclaus de la tecnocràcia, hem de mantenir la tendència a la millora, i una funció tant directiva com emprenedora.

En resum, necessitem diàleg, confrontació processos transparents i la capacitat d’implicar als actors sobre el terreny.

En quin punt es troba avui l’atenció i la preparació de la política i les institucions, a Europa, cap a les finances ètiques?

Continuem aquest diàleg i l’obrim també en vespres de les eleccions europees, fent algunes propostes als candidats juntament amb la resta de bancs ètics d’Europa. El diàleg que es va dur a terme sobre el tema de la taxonomia verda ens ha fet adonar que és important crear vincles en l’àmbit europeu, perquè és a escala europea on es prenen les decisions sobre qüestions financeres. Paral·lelament, també estem dialogant amb les institucions italianes.

En aquest moment específic, en el que conflueixen diverses crisis, el risc és buscar solucions immediates i no actuar amb perspectiva. El finançament privat té el poder de moure actius molt ràpidament i en grans volums, més que qualsevol pla nacional de recuperació i resiliència. No obstant això, aquestes decisions han de prendre’s amb una visió a mitjà termini, mentre que veig – fins i tot a les institucions — certa dificultat en tenir una visió a cinc anys vista com a mínim. Tot i això, si no ho fem, continuarem anant de crisi en crisi, repetint els mateixos errors dels quals hem sigut testimonis des de 2008. És trist que s’hagi après tan poc de l’experiència, i que alguns continuïn volent confiar en el futur del sistema bancari a grans institucions sense visió, que només persegueixen la rendibilitat immediata per l’accionista.

Per què és tan difícil aconseguir una autèntica igualtat de gènere en aquest àmbit? I per què val la pena treballar per avançar en aquesta direcció?
Les finances – enteses com a poder – són tabú pel gènere femení, però el paper de les finances “en femení” és també intentar tenir un enfocament diferent, una visió integrada amb la qual les finances ètiques encaixen perfectament. Dialogant amb empresàries i banqueres, tanmateix, veig certa dificultat per ser conscients d’aquest paper a exercir cap a una nova forma de fer finances.

Pesa, a més, que, per exemple, a Itàlia les dones obtenen una puntuació inferior a la mitjana en termes d’educació financera, tot i que la majoria de les persones llicenciades en economia són dones. Però per transformar el model cultural es necessiten figures femenines en els alts càrrecs, i no de manera residual com ara, que les poques dones presents en els llocs de les finances sovint acaben absorbint models masculins. La qüestió és l’enfocament femení i l’enfocament feminista, és a dir, la capacitat de llegir d’una altra manera el paper de les finances en l’actualitat.

I a qui, incloses les dones, afirma que les finances no són necessàries per a la vida quotidiana, hem de recordar-li que la violència econòmica contra les dones existeix, que hi ha dones que depenen primer del compte bancari del seu pare i després de la del seu marit. La violència econòmica no és tècnicament un delicte – per això és difícil de detectar –, però priva a les persones d’autonomia. Necessitem que els joves vulguin dedicar-se a les finances, i també necessitem polítiques d’igualtat d’oportunitats, és a dir, que les dones siguin lliures de seguir la seva pròpia natura i exercir rols adequats a les seves aptituds.

*Article publicat originalment a www.valori.it.