Por Siomna Lanzoni, vicepresidenta de Fundación Pangea Onlus y miembro del Comité Ético de Banca Etica

Los diarios hablan, día sí, día también, del feminicidio en España en 2016. En el mundo una mujer de cada tres ha vivido alguna forma de violencia física o sexual, a la que se añaden otras formas de violencia: psicológica, económica, acoso real o digital, por citar algunas. Estos son los datos de la guerra sutil, cotidiana y silenciosa que vive la mitad de la población mundial.

Pero ¿quiénes son los autores de esta violencia? A pesar del miedo inconsciente que crean las “olas migratorias” en el imaginario de la población, la mayoría de las veces, la persona agresora son las parejas o las exparejas, los parientes o los amigos. En Italia se estima que suman el 62% de los casos.

¿Qué significa violencia? “La violencia contra las mujeres es una manifestación de las relaciones de fuerza históricamente desiguales entre sexos, que han llevado a la posición de dominación sobre las mujeres y a su discriminación respecto a los hombres. Posición que, además, les impide su plena autodeterminación. La naturaleza estructural de la violencia contra las mujeres, dado que está fundamentada en el género (es decir, contra las mujeres porque son mujeres) es uno de los mecanismos sociales fundamentales por los que las mujeres son obligadas a vivir en una posición subordinada respecto a los hombres”. Así lo sentencia el Convenio de Estambul del Consejo de Europa.

El Convenio sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, más conocido como Convenio de Estambul, es el primer instrumento internacional jurídicamente vinculante para crear un marco normativo completo de tutela de las mujeres contra diversas formas de violencia. Es particularmente importante porque reconoce la violencia de género como una violación de los derechos humanos, además de una forma de discriminación de las mujeres (art. 3 del Convenio). Dicho convenio establece un claro vínculo entre el objetivo de la igualdad de sexos y la eliminación de la violencia contra las mujeres.

El convenio:

• Tiene 81 artículos.
• Ha sido adoptado por el Consejo de Europa el 11 de mayo de 2011.
• Entró en vigor en los estados del Consejo de Europa que ratificaron el 1 de agosto de 2014 (entre ellos España e Italia).
• Reconoce el papel fundamental de la sociedad civil para acabar con la violencia contra las mujeres.
• Los pilares que defiende son la prevención, la protección de las víctimas, el castigo de los maltratadores, la lucha contra la violencia mediante políticas integradoras, en las que el Estado, en todas sus instancias, y la sociedad civil juntos puedan acabar con la violencia. La convención tiene un mecanismo de seguimiento de los Estados para comprobar la aplicación de las obligaciones contenidas y ratificadas. El órgano de seguimiento es el GREVIO (órgano de personas expertas independientes sobre la lucha de la violencia contra la mujer y la violencia doméstica).
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¡UNIDOS Y UNIDAS PODEMOS!