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MOVILIZACIÓN MUNDIAL POR EL CLIMA 2022

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El 23 de septiembre nos unimos a la movilización por el clima junto al movimiento mundial Juventud Por El Clima (Fridays For Future). Nos movilizaremos una vez más para denunciar que la emergencia climática ya es un hecho de dramáticas consecuencias y que debemos actuar rápido para invertir la tendencia.

Invitamos a todas las personas socias y a la clientela a manifestarse junto a quienes trabajan en Banca Etica al lado de los y las jóvenes que se están implicando para cambiar las cosas. 

Millones de personas de todo el mundo han elegido ya las finanzas éticas como parte de su compromiso para cambiar un sistema económico que está destruyendo nuestro planeta y que sigue alimentando la injusticia y las desigualdades étnica, racial, de género, generacional y de acceso a los derechos fundamentales.

Cada vez somos más quienes no nos contentamos con las operaciones de lavado de cara de los bancos, empresas e instituciones. Queremos un cambio radical que pedimos al ámbito político y que ponemos en práctica con nuestras decisiones cotidianas de consumo, ahorro e inversión.

Parte del personal del banco y las delegaciones no estarán operativas durante la jornada. Los salarios que no percibiremos el personal del Grupo Banca Etica que nos adhiramos a la movilización se entregarán a Greenpeace en España y en Italia y a Juventud por el Clima.

Las finanzas y el compromiso con el clima

El margen para actuar se está acabando rápidamente. El último trabajo del GIECC, el organismo científico de las Naciones Unidas que estudia el cambio climático, no deja lugar a interpretaciones. Las posibilidades de limitar el calentamiento global a 2°C se reducen cada día que pasa. Hay que invertir la tendencia y hay que hacerlo rápido. En palabras del GIECC, debemos conseguir «un mínimo» de cero emisiones netas de CO2, junto con grandes reducciones de otros gases perjudiciales para el medio ambiente. Todo el mundo está llamado a hacer su parte.

Todo el mundo, empezando por el sistema bancario y financiero, que tiene una responsabilidad enorme. En parte por sus emisiones internas, las vinculadas al funcionamiento propio de los bancos, pero en medida obviamente mayor por cómo y a dónde dirigen sus fondos. Sin embargo, los 60 grupos bancarios mayores del planeta han invertido 3 billones 800.000 millones de dólares en combustibles fósiles en solo cinco años.

Y no cinco años cualquiera, sino el periodo inmediatamente posterior al Acuerdo de París. Es decir, que mientras la comunidad internacional sancionaba por fin los riesgos del cambio climático y la urgencia de actuar, el sector bancario y financiero iba en dirección diametralmente opuesta. Y sin hacer ademán de frenar, la financiación de 2020 ha sido aún superior a la de 2016.

Al mismo tiempo, hoy es difícil encontrar un banco que no se declare sostenible, incluso aquellos que pertenecen a los grupos de mayores dimensiones. Es de una incongruencia tan colosal como inaceptable. Si bien algo está cambiando, también gracias al trabajo de la UE sobre las finanzas sostenibles y, sobre todo, gracias a la atención creciente de la clientela y las personas con ahorros, aún hay una distancia abismal entre las declaraciones de muchos bancos sobre su presunto respeto al medio ambiente y sus operaciones cotidianas.

Hoy se ha vuelto crucial poder distinguir entre quienes se toman en serio su compromiso y lo que son iniciativas de blanqueo ecológico. La palabra que está al orden del día es transparencia. Banca Etica sigue siendo el único banco de Italia que publica la lista completa de financiaciones a personas jurídicas en su página web. Pero hace mucho más que eso: desde la redacción de un informe de impacto que evalúa todas las consecuencias económicas y no económicas de su actividad hasta una auditoría social y ambiental que acompaña al análisis económico-financiero tradicional de cada solicitud de préstamo, desde la exclusión de sectores como el de los fósiles o el nuclear de toda financiación hasta la participación de la base social en la vida del banco, demuestra su transparencia en muchos aspectos más.

Ampliando la mirada, nos encontramos frente a un sistema financiero obsesionado con la lógica del cortoplacismo. El único objetivo de estas finanzas hipertróficas centradas en sí mismas es conseguir el máximo beneficio en el menor tiempo posible. Al margen del impacto que tienen en sí mismo, este es probablemente el motor principal que impulsa a las empresas a obviar todo objetivo social y ambiental para perseguir la maximización del valor de sus acciones a corto plazo.

Frente a un sistema financiero cada vez más desconectado de la economía a la que debería servir, la diferencia más profunda que caracteriza a las finanzas éticas ahora es probablemente su propio ámbito de actuación. Su modelo invierte completamente el enfoque tradicional. Las finanzas éticas persiguen los beneficios, pero porque son un índice de eficiencia y eficacia y porque sirven a su objetivo principal, que no son las finanzas en sí mismas, sino ser un instrumento al servicio de las personas y el planeta. Estar al servicio significa preguntarse cuáles son las necesidades y desafíos que estamos viviendo para buscar después las mejores soluciones que nos permitan hacer nuestra contribución al planeta y al conjunto de la sociedad.

Por lo tanto, elegir las finanzas éticas tiene un efecto doble: retiramos nuestros ahorros de un sistema especulativo y dañino y los canalizamos hacia operaciones con efectos positivos. Un paso aparentemente pequeño pero determinante, si somos muchos/as quienes lo damos. Como las decenas de miles de personas socias y clientes de las finanzas éticas que demuestran cómo, en la principal emergencia que deberemos afrontar en los años próximos, que probablemente será la climática, las finanzas pueden convertirse en una solución en lugar de ser uno de los problemas, si no el mayor de ellos.
 

 

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MOBILITZACIÓ MUNDIAL PEL CLIMA

CANVIEM LES FINANCES PER A SALVAR EL CLIMA

El 23 ens mobilitzem pel clima al costat del moviment mundial Joves Pel Clima (Fridays For Future). Ens movilitzarem una vegada més per denunciar que l’emergència climàtica ja és un fet de dramàtiques conseqüències i que hem d’actuar ràpid per a invertir la tendència.

Convidem a totes les persones sòcies i a la clientela afins a les finances ètiques a manifestar-se al costat dels i les joves ambs els que s’estan implicant per a canviar les coses.

Milions de persones de tot el món han triat ja les finances ètiques com a part del seu compromís per a canviar un sistema econòmic que està destruint el nostre planeta i que continua alimentant la injustícia i les desigualtats ètnica, racial, de gènere, generacional i d’accés als drets fonamentals.

Cada vegada som més els qui no ens acontentem amb les operacions de rentat de cara dels bancs, empreses i institucions. Volem un canvi radical que demanem a l’àmbit polític i que posem en pràctica amb les nostres decisions quotidianes de consum, estalvi i inversió.

Els salaris que no percebrem el personal del Grup Banca Etica que ens adherim a la mobilització es lliuraran a l’entitat Greenpeace a Espanya i a Itàlia i Juventut pel Clima. 

Les finances i el compromís amb el clima

El marge per a actuar s’està acabant ràpidament. L’últim treball del GIECC, l’organisme científic de les Nacions Unides que estudia el canvi climàtic, no deixa lloc a interpretacions. Les possibilitats de limitar l’escalfament global a 2 °C es redueixen cada dia que passa. Cal invertir la tendència i cal fer-ho ràpid. En paraules del GIECC, hem d’aconseguir «un mínim» de zero emissions netes de CO₂, juntament amb grans reduccions d’altres gasos perjudicials per al medi ambient. Tothom està cridat a fer la seva part.

Tothom, començant pel sistema bancari i financer, que té una responsabilitat enorme. En part per les seves emissions internes, les vinculades al funcionament propi dels bancs, però en mesura òbviament major per com i a on dirigeixen els seus fons. No obstant això, els 60 grups bancaris majors del planeta han invertit 3 bilions 800.000 milions de dòlars en combustibles fòssils en només cinc anys.

I no cinc anys qualsevol, sinó el període immediatament posterior a l’Acord de París. És a dir, que mentre la comunitat internacional sancionava per fi els riscos del canvi climàtic i la urgència d’actuar, el sector bancari i financer anava en direcció diametralment oposada. I sense fer posat de frenar, el finançament de 2020 ha estat encara superior a la de 2016.

Al mateix temps, avui és difícil trobar un banc que no es declari sostenible, fins i tot aquells que pertanyen als grups de majors dimensions. És d’una incongruència tan colossal com inacceptable. Si bé alguna cosa està canviant, també gràcies al treball de la UE sobre les finances sostenibles i, sobretot, gràcies a l’atenció creixent de la clientela i les persones amb estalvis, encara hi ha una distància abismal entre les declaracions de molts bancs sobre el seu presumpte respecte al medi ambient i les seves operacions quotidianes.

Avui s’ha tornat crucial poder distingir entre els qui es prenen de debò el seu compromís i el que són iniciatives de blanqueig ecològic. La paraula que està a l’ordre del dia és transparència. Banca Etica continua sent dels pocs bancs que publica la llista completa de finançaments a persones jurídiques en la seva pàgina web. Però fa molt més que això: des de la redacció d’un informe d’impacte que avalua totes les conseqüències econòmiques i no econòmiques de la seva activitat fins a una auditoria social i ambiental que acompanya a l’anàlisi economicofinancera tradicional de cada sol·licitud de préstec, des de l’exclusió de sectors com el dels fòssils o el nuclear de tot finançament fins a la participació de la base social en la vida del banc, demostra la seva transparència en molts aspectes més.

Ampliant la mirada, ens trobem enfront d’un sistema financer obsessionat amb la lògica del curt termini. L’únic objectiu d’aquestes finances hipertròfiques centrades en sí mateixes és aconseguir el màxim benefici en el menor temps possible. Al marge de l’impacte que tenen en si mateix, aquest és probablement el motor principal que impulsa a les empreses a obviar tot objectiu social i ambiental per a perseguir la maximització del valor de les seves accions a curt termini.

Enfront d’un sistema financer cada vegada més desconnectat de l’economia a la qual hauria de servir, la diferència més profunda que caracteritza a les finances ètiques ara és probablement el seu propi àmbit d’actuació. El seu model inverteix completament l’enfocament tradicional. Les finances ètiques persegueixen els beneficis, però perquè són un índex d’eficiència i eficàcia i perquè serveixen al seu objectiu principal, que no són les finances en si mateixes, sinó ser un instrument al servei de les persones i el planeta. Estar al servei significa preguntar-se quines són les necessitats i desafiaments que estem vivint per a buscar després les millors solucions que ens permetin fer la nostra contribució al planeta i al conjunt de la societat.

Per tant, triar les finances ètiques té un efecte doble: retirem els nostres estalvis d’un sistema especulatiu i nociu i els canalitzem cap a operacions amb efectes positius. Un pas aparentment petit però determinant, si som molts/es els qui el fem. Com les desenes de milers de persones sòcies i clients de les finances ètiques que demostren com, en la principal emergència que haurem d’afrontar en els anys pròxims, que probablement serà la climàtica, les finances poden convertir-se en una solució en lloc de ser un dels problemes, si no el major d’ells.

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KLIMAREN ALDEKO MUNDU MOBILIZAZIOA

ALDA DITZAGUN FINANTZAK KLIMA SALBATZEKO

Irailaren 23an itxi egingo dugu. Klimaren alde mobilizatuko gara Fridays For Future mundu mugimenduarekin batera. Berriro ere kaleetara aterako gara oihukatzera larrialdi klimatikoa ondorio latzak izaten ari dela, eta azkar jardun behar dugula joera aldatzeko.

Bazkide eta bezero guztiak gonbidatzen ditugu, Banku Etikoan lan egiten dutenekin batera, gauzak aldatzeko inplikatzen ari diren gazteen ondoan manifestatzera. 

Mundu osoko milioika lagunek aukeratu dituzte dagoeneko finantza etikoak, gure planeta suntsitzen ari den eta bidegabekeria eta etnia, arraza, genero, belaunaldi eta oinarrizko eskubideak eskuratzeko desberdintasunak elikatzen jarraitzen duen sistema ekonomikoa aldatzeko duten konpromisoa erakusteko.

Gero eta gehiago gara bankuen, enpresen eta erakundeen zuritze ekologikoaren eragiketekin konformatzen ez garenak. Erabateko aldaketa nahi dugu, esparru politikoari eskatzen dioguna eta gure eguneroko kontsumo, aurrezki eta inbertsio erabakiekin praktikan jartzen duguna.

Mobilizazioarekin bat egingo dugun Banku Etikoa Taldeko langileok jasoko ez ditugun soldatak Greenpeace elkarteari emango zaizkio Espainian eta Italian.

Finantzak eta klimarekiko konpromisoa

Azkar amaitzen ari da jarduteko tartea. Klima Aldaketari buruzko Gobernuarteko Taldea (GIECC) klima aldaketa aztertzen duen Nazio Batuen erakunde zientifikoaren azken lanak ez du interpretaziorako biderik ematen. Egunetik egunera murrizten ari dira berotze globala 2 °C-ra mugatzeko aukerak. Joera alderantzikatu egin behar da, eta azkar egin ere. GIECCren hitzetan, zero CO2 igorpen garbi izatea lortu behar dugu, ingurumenari kalte egiten dioten beste gas batzuk nabarmen murriztearekin batera. Denok egin behar dugu gure lana.

Mundu guztiak, banku eta finantza sistematik hasita, izugarrizko erantzukizuna baitu hark. Neurri batean, beren barne jaulkipenengatik, bankuen berezko funtzionamenduarekin lotuta daudenak, baina neurri handiagoan, jakina, beren funtsak nola eta nora zuzentzen dituzten ikusita. Hala ere, planetako 60 banku talde nagusiek 3 bilioi 800.000 milioi dolar inbertitu dituzte erregai fosiletan bost urtean bakarrik.

Eta ez edozein bost urte, baizik eta Parisko Akordioaren ondokoak. Hau da, nazioarteko komunitateak azkenean klima aldaketaren arriskuak zigortzen eta jarduteko premia azaltzen zuen bitartean, guztiz kontrako norabidean zihoan banku eta finantza sektorea. Eta geldiarazteko keinurik gabe gainera, 2016. urtekoa baino oraindik handiagoa izan baita 2020ko finantzaketa.

Era berean, gaur egun zaila da jasangarritzat jotzen ez den banku bat aurkitzea, baita talde handienetakoak direnak ere. Inkongruentzia ikaragarri bezain onartezina da hori. Zerbait aldatzen ari bada ere, EBk finantza jasangarriei buruz egindako lanari esker eta, batez ere, bezeroen eta aurrezkiak dituzten pertsonen arreta gero eta handiagoari esker, oraindik ere alde handia dago banku askok ingurumenarekiko ustezko errespetuari buruz egindako adierazpenen eta haien eguneroko eragiketen artean.

Gaur egun, funtsezko bihurtu da beren konpromisoa serioski hartzen dutenen eta zuritze ekologikoko ekimenak direnen artean bereiztea. Gardentasuna da gaur egun denen ahotan dagoen hitza. Banku Etikoa da pertsona juridikoentzako finantziazioen zerrenda osoa bere webgunean argitaratzen duen Italiako banku bakarra. Baina hori baino askoz ere gehiago egiten du: eraginari buruzko txostena idaztearekin hasi, bere jardueraren ondorio ekonomiko eta ez ekonomiko guztiak ebaluatzen dituena, eta mailegu eskaera bakoitzaren azterketa ekonomiko eta finantzario tradizionalarekin batera doan gizarte eta ingurumen ikuskaritzarekin buka; fosilak edo nuklearra bezalako sektoreak finantzaketa orotatik kanpo uztearekin hasi, eta oinarri sozialak bankuaren bizitzan parte hartzearekin buka, beste alderdi askotan ere erakusten du gardentasuna.

Begirada zabalduz, epe laburraren logikarekin obsesionatuta dagoen finantza sistema baten aurrean geundeke. Beren burua ardatz duten finantza hipertrofiko horien helburu bakarra da ahalik eta denbora laburrenean ahalik eta etekin handiena ateratzea. Berez duten eragina alde batera utzita, seguruenik hori da enpresak gizarte eta ingurumen helburu oro alde batera uztera bultzatzen dituen eragile nagusia, epe laburreko ekintzen balioa maximizatzea lortzeko.

Zerbitzatu behar lukeen ekonomiatik gero eta deskonektatuago dagoen finantza sistemaren aurrean, seguruenik, beren jarduera eremua da gaur egun finantza etikoen bereizgarri den alderik sakonena. Bere ereduak goitik behera aldatzen du ikuspegi tradizionala. Finantza etikoek irabaziak lortu nahi dituzte, baina eraginkortasun eta eragingarritasun indizea direlako eta beren helburu nagusia betetzeko balio dutelako, hau da, helburua berez ez dira finantzak, baizik eta pertsonen eta planetaren zerbitzurako tresna izatea. Zerbitzura egoteak esan nahi du geure buruari galdetzea zein diren bizi ditugun beharrak eta erronkak, gero planetari eta gizarte osoari gure ekarpena egin ahal izateko irtenbiderik onenak bilatzeko.

Horrenbestez, ondorio bikoitza du finantza etikoak aukeratzeak: gure aurrezkiak sistema espekulatibo eta kaltegarri batetik kenduko ditugu eta efektu positiboak dituzten eragiketetara bideratuko ditugu. Urrats txiki baina erabakigarria, askok egiten badugu. Finantza etikoen bazkide eta bezero diren dozenaka mila pertsonak erakusten duten bezala, datozen urteetan aurre egin beharko diogun larrialdi nagusian (klimatikoa, segur aski), finantzak konponbide bihur daitezke arazoetako bat izan beharrean, arazo handiena ez bada.

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MOBILIZACIÓN MUNDIAL POLO CLIMA

MUDEMOS AS FINANZAS PARA SALVAR O CLIMA

O 23 de setembro mobilizámonos polo clima xunto co movemento mundial Fridays For Future. Sairemos ás rúas berrar unha vez máis que a emerxencia climática xa é un feito de dramáticas consecuencias e que debemos actuar rápido para inverter a tendencia.

Convidamos todas as persoas socias e a clientela a manifestarse xunto con quen traballa en Banca Etica e coa mocidade que se está a implicar para cambiar as cousas. 

Millóns de persoas de todo o mundo elixiron xa as finanzas éticas como parte do seu compromiso para mudar un sistema económico que está a destruír o noso planeta e que segue alimentando a inxustiza e as desigualdades étnica, racial, de xénero, xeracional e de acceso aos dereitos fundamentais.

Cada vez somos máis as persoas que non nos contentamos coas operacións de branqueo ecolóxico de bancos, empresas e institucións. Queremos un cambio radical que pedimos ao ámbito político e que pomos en práctica coas nosas decisións cotiás de consumo, aforro e investimento.

Os salarios que non percibiremos o persoal do Grupo Banca Etica que nos adhiramos á mobilización entregaranse a Greenpeace en España y en Italia y Juventud por el Clima. 

As finanzas e o compromiso co clima

A marxe para actuar estase acabando rapidamente. O último traballo do GIECC, o organismo científico das Nacións Unidas que estuda o cambio climático, non deixa lugar a interpretacións. As posibilidades de limitar o quecemento global a 2 °C redúcense cada día que pasa. Cómpre inverter a tendencia e hai que facelo rápido. En palabras do GIECC, debemos conseguir «un mínimo» de cero emisións netas de CO2, xunto con grandes reducións doutros gases prexudiciais para o medio ambiente. Todo o mundo está chamado a facer a súa parte.

Todo o mundo, a comezar polo sistema bancario e financeiro, que ten unha responsabilidade enorme. En parte polas súas emisións internas, as ligadas ao funcionamento propio dos bancos, mais en medida obviamente maior por como e a onde dirixen os seus fondos. Porén, os 60 grupos bancarios maiores do planeta investiron 3,8 billóns de dólares en combustibles fósiles en só cinco anos.

E non cinco anos calquera, senón o período inmediatamente posterior ao Acordo de París. É dicir, que, namentres a comunidade internacional sancionaba por fin os riscos do cambio climático e a urxencia de actuar, o sector bancario e financeiro ía en dirección diametralmente oposta. E sen facer aceno de frear, o financiamento de 2020 foi aínda superior ao de 2016.

Ao mesmo tempo, hoxe é difícil atopar un banco que non se declare sustentable, mesmo aqueles que pertencen aos grupos de maiores dimensións. É dunha incongruencia tan colosal como inaceptable. Malia que algo está cambiando, tamén grazas ao traballo da UE sobre as finanzas sustentables e, sobre todo, grazas á atención crecente da clientela e as persoas con aforros, aínda hai una distancia abismal entre as declaracións de moitos bancos sobre o seu presunto respecto do medio ambiente e as súas operacións cotiás.

Hoxe devén crucial poder distinguir entre quen toma a serio o seu compromiso e quen son iniciativas de branqueo ecolóxico. A palabra que está á orde do día é transparencia. Banca Etica segue sendo o único banco de Italia que publica a lista completa de financiamentos a persoas xurídicas na súa páxina web. Emporiso, fai moito máis ca iso: desde a redacción dun informe de impacto que avalía todas as consecuencias económicas e non-económicas da súa actividade até unha auditoría social e ambiental que acompaña a análise económico-financeira tradicional de cada solicitude de empréstito, desde a exclusión de sectores como o dos fósiles ou o nuclear de todo financiamento até a participación da base social na vida do banco, demostra a súa transparencia en moitos aspectos máis.

Ampliando a mirada, topamos cun sistema financeiro obsesionado coa lóxica do curtopracismo. O único obxectivo destas finanzas hipertróficas centradas en si mesmas é conseguir o máximo beneficio no menor tempo posible. Á marxe do impacto de seu que teñen, este é probablemente o motor principal que impulsa as empresas a obviar todo obxectivo social e ambiental para perseguir a maximización do valor das súas accións a curto prazo.

Perante un sistema financeiro cada vez máis desconectado da economía á que debería servir, a diferenza máis profunda que caracteriza as finanzas éticas agora é probablemente o seu propio ámbito de actuación. O seu modelo inverte completamente o enfoque tradicional. As finanzas éticas perseguen os beneficios, mais porque son un índice de eficiencia e eficacia e porque serven o seu obxectivo principal, que non son as finanzas en si mesmas, senón ser un instrumento ao servizo das persoas e do planeta. Estar ao servizo significa preguntarse cales son as necesidades e desafíos que estamos a vivir para buscar despois as mellores solucións que nos permitan facer a nosa contribución ao planeta e ao conxunto da sociedade.

Daquela, elixir as finanzas éticas ten un efecto dobre: retiramos os nosos aforros dun sistema especulativo e daniño e canalizámolos cara a operacións con efectos positivos. Un paso aparentemente pequeno, mais determinante, se somos moitas as persoas que o damos. Como as decenas de miles de persoas socias e clientas das finanzas éticas que demostran como, na principal emerxencia que deberemos afrontar nos anos próximos, que probablemente será a climática, as finanzas poden converterse nunha solución no canto de ser un dos problemas, se non o maior deles.