Más allá de la reflexión sobre el término “iberoamericano” o del concepto de líder – donde ambas expresiones darían pie a largas discusiones-, sí puedo decir que el Encuentro Iberoamericano de Jóvenes Líderes en la ESS fue un espacio interesante para compartir.

Compartir experiencias distintas dentro de un mismo paraguas: el de la economía social y solidaria, y en su mayoría con una mirada y una acción transformadoras. Y poder aprender unas de las otras a partir de los saberes con los que llegábamos al encuentro. 17 lugares (15 del sur y centro de América, a quienes se añadió Canadá y las personas que veníamos de distintos territorios del estado español) del mundo nos pusimos en un mismo punto del mapa -Andalucía- a debatir, preguntarnos, conocer…

 
Como crítica constructiva al propio marco del Encuentro, quizás decir que las dinámicas nos impidieron explotar al máximo que hubiera más intercambios de experiencias, lo que posiblemente  hubieran enriquecido todavía más las jornadas, pero era la primera vez de un Encuentro de este calado.

Sin embargo, compartir entonces energía y complicidad nos sirvió para poder constructivamente, generar ese cruce de conocimientos. Salieron de ahí muchas sinergias, y sobre todo, la propuesta que nos mantiene en un camino conjunto: la idea de una red de jóvenes que favorezca y sostenga este encuentro de manera virtual, y podamos volver a generarlo en un tiempo. Muchas veces. Y asimismo, hacerlo también específicamente entre jóvenes vinculados a Fiare Banca Etica.
Compartir el descubrimiento de lugares, colectivos, organizaciones, entidades, paisajes… de los cuales absorbimos el máximo. Su generosidad y hospitalidad nos ayudaron, tanto en términos de aprendizajes, como de alojamiento, e indudablemente, a pasarlo bien: fue divertido y enriquecedor compartir tanto.

Alba Crespo

Algunas opiniones de los participantes enviados desde Fiare Banca Etica 

“Cuatro días intensos, de experiencias, risas, aprendizajes, intercambios de ideas… Ha sido todo un privilegio poder compartir espacios y tiempo con grupo de participantes tan diverso y con tanto para aportar. De hecho, las ganas de participar y encontrarnos eran tan grandes que hasta se nos quedó corto el programa previsto (que incluía actividades, quizá, demasiado dirigidas y cerradas, sin espacio para nuevas propuestas) y organizamos asambleas en nuestro tiempo libre para seguir trabajando y tejiendo vínculos.” Lucía.

“Hemos intercambiado visiones sobre la ESS, a pesar de las diferencias conceptuales en los diferentes territorios.” Andrés.

“El grupo demostró una gran capacidad de autoorganización al generar un espacio de encuentro más allá de las jornadas formativas para debatir cómo continuar conectados.” Ander.